El uso del patinete eléctrico por la ciudad contribuye a la reducción de la contaminación, del estrés y al ahorro económico. En el Día Europeo sin Coches, NIU enumera las ventajas de su uso en términos de sostenibilidad. Una alternativa para la movilidad urbana.
Alternativa para la movilidad urbana
Cada vez son más las ciudades que apuestan por la micromovilidad, formada por medios de transporte de baja velocidad que a la vez son pequeños y ligeros. La forma de desplazarse está cambiando algo que queda plasmado en las normativas aplicadas tanto sobre vehículos como para el tráfico. El objetivo es contribuir al uso de los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) o vehículos eléctricos que resultan ser menos contaminantes.
No cabe duda que los desplazamientos en patinete eléctrico conllevan muchas ventajas convirtiéndose en una firme alternativa para la movilidad urbana. En este sentido, los modelos de NIU aportan importantes beneficios en términos de sostenibilidad, además de otras prestaciones en pro del medio ambiente.
Ventajas para el medio ambiente
Reducción de la contaminación
Según un estudio realizado por Move Electric (medio de comunicación especializado en el sector de la movilidad sostenible), el uso del patinete eléctrico posee un impacto real tanto sobre el medio ambiente como en la salud de las personas. Según los datos aportados, sustituir el coche por el patinete en trayectos de menos de 1,5 km, contribuirían a evitar más de 44.000 toneladas de emisiones de CO2 al año.
Ahorro económico
Según cálculos realizados por NIU en base a tres parámetros (consumo medio de un coche diesel por cada 100 kms, precio medio de la electricidad y del combustible diesel), un patinete puede realizar un recorrido 11 veces más largo que un coche promedio invirtiendo la misma cantidad de dinero. Así, gastando 5 € un coche podrá recorrer aproximadamente 70 km. Con la misma cantidad, un patinete realizaría más de 800 km.
Menos ruido, menos estrés
Parece probado que la contaminación acústica provocada por atascos y tráfico denso tiene repercusiones tanto en la salud física como mental. Los vehículos silenciosos pueden contribuir a la reducción del estrés y otros problemas derivados como trastornos del sueño, enfermedades cardiovasculares, etc.
Ahorro de tiempo en los traslados
Con un patinete eléctrico es más fácil evitar los atascos. Sus pequeñas dimensiones y facilidad de desplazamiento, posibilita “esquivar” las aglomeraciones y hasta poder coger rutas alternativas para llegar antes a destino.
Mayor espacio para los peatones
Esta ventaja destacada por NIU es también muy representativa. El gran problema del vehículo privado en el centro de las ciudades es el aparcamiento. Como soluciones alternativas, peatonalizar las ciudades y adaptar su circulación en beneficio de los VMP sería una opción. Esta medida aportaría el espacio dedicado al aparcamiento de automóviles para agilizar el tránsito de los peatones. Con ello se incentivaría también el desplazamiento dentro de las urbes sin el uso de vehículos con motor de combustión.
Conducción con un vehículo sostenible
Moverse en patinete es, además de práctico y sostenible, divertido. Los 25 km/h marcados por la Ley permiten convertir cualquier recorrido en una experiencia muy agradable, aportando una sensación de velocidad combinada con el disfrute del paisaje.
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