- Las cifras de Aslan 2019 consolidan, tras unos años más complicados, la tendencia de crecimiento de los últimos cinco años. ¿Qué aspectos destacaría de este último lustro que han permitido esta tendencia al alza de la feria?
El concepto de valor añadido ha sufrido importantes fluctuaciones y transformaciones desde que se gestó, hace ya décadas, hace poco más de 25 años. Pero en los últimos cinco años, y especialmente en el terreno corporativo, las nuevas tecnologías han dado un paso decisivo con la transformación digital como trasfondo. La tecnología, la forma de consumirla y las necesidades que ha de atender han cambiado drásticamente. ASLAN ha estado ahí desde los inicios, y ha sido un escaparate de esta evolución. La figura de la feria no ha hecho evolucionando con el propio sector.
- ¿Qué valor cree que conceden los mayoristas a la feria?
Desde luego, muy elevado. Y creciente. Nadie pone en duda que es la feria profesional que aglutina a más firmas del sector de la tecnología. Por lo que respecta a nosotros, sabemos que existe un enorme espacio por explorar en determinados nichos donde la innovación y la transformación digital van a tener un impacto decisivo, y todos ellos, de una forma u otra, han tenido cabida en ASLAN.
- ¿Qué balance hace de la edición 2019? ¿Habría algún apartado de mejora?
Creo que se mantiene la tendencia que apreciamos desde hace algunos años en el sentido de que este congreso está recuperando el vigor, cosa que prueba un nivel de afluencia que, según los organizadores, ha alcanzado una cifra récord superando de largo los 7.000 profesionales.
Además, la edición de este año ha entrado de lleno en temas que son tendencias claras de futuro, como Inteligencia artificial, IoT, ciberseguridad, AV, colaboración o analítica de datos, entre otros, consolidando su posición como uno de los eventos tecnológicos más importantes de nuestro país. También es positivo que el evento prosiga luego, a lo largo del año, con otros eventos “satélite” por toda la geografía española.
En cuanto a los apartados de mejora, por decir algo, quizá el entorno donde se celebra, que es totalmente idóneo para un evento de estas características, quizá deba considerarse un cambio de ubicación para hacer frente a la avalancha de profesionales y empresas que quieren participar. Pero eso siempre es un problema que se recibe con agrado, porque es buena señal.